Selfi, así castellanizada, sin la “e” final del ingles, es la palabra del año, según la Fundación del Español Urgente (Fundén BBVA). Y lo es no porque sea la más bonita, la más original o novedosa, sino por su actualidad y por su interés lingüístico, ya sea por su formación o su fuerza de penetración en el lenguaje común, explicó Joaquín Muller, director general de la fundación, promovida por la Agencia EFE con la intención de difundir el buen uso del español en los medios.
Su elección responde a la extendida afición de los ciudadanos por fotografiarse a sí mismos, normalmente, con dispositivos móviles, para luego compartir imágenes en las redes sociales. Selfie ya fue seleccionada el pasado año como palabra del año por los editores de los diccionarios de Oxford. En la última edición del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) no se incluyó.
En la columna EL ACENTO en la página editorial del periódico español EL PAÍS, se dice: “Igual que las empresas pueden crecer orgánicamente (aumentando su tamaño y su cuota de mercado) o comprando otras empresas, el idioma enriquece el vocabulario por métodos preestablecidos en la propia lengua o importando palabras de otras”.
Y el artículo puntualiza: “Selfi es la deformación de un vocablo con tanto pedigree como whisky o whiskey hasta convertirlo en güisqui que quedaría tosco… a veces es conveniente importar los extranjerismo tal como son y confiar en el buen criterio del hablante. Eso es el genio del idioma, ¿no?”.