El diseño de un empaque envuelve todo un mundo. Un buen diseño puede incrementar las ventas así como uno malo puede estancarlas y su diseño influye directamente en el consumidor.
Debido al mundo tan globalizado en el que vivimos, el empaque no sólo debe ser creativos, sino también funcional, comunicativo y, sobre todo, incentivar a la compra. A continuación te damos algunos ejemplos de empaques sumamente creativos que cumplen con su función primaria: captar la atención del consumidor y lograr una relación de fidelidad entre el cliente y la marca.