La industria editorial mexicana, al igual que muchas otras industrias en México, se encuentran en una situación difícil, con señales de alto riesgo en todos sus segmentos y muchas dificultades para mantenerse a flote.
En este largo confinamiento nos hemos adaptado a las circunstancias y hemos respetado a cabalidad las disposiciones de emergencia sanitaria emitidas por las autoridades y hemos procurado, apegados a las mismas, dar el mejor servicio a la amplia comunidad de lectores en el país.
Cada uno de los eslabones ha cuidado al máximo los protocolos sanitarios para evitar la transmisión del Covid-19. No hemos podido mantener nuestras plantillas laborales a pesar de los esfuerzos realizados.
Durante la pandemia y el encierro, la lectura ha reforzado su papel en la sociedad. Para satisfacer las necesidades de lectura del país es indispensable lograr que la planta productiva en su conjunto se mantenga trabajando.
Este es un enorme desafío, pero es necesario que, con todas las precauciones sanitarias, sigan funcionando cada uno de los eslabones de la cadena del libro en México.
En el diario oficial del 3 de agosto de 2020 se reconoció que las librerías son esenciales.
Solicitamos que las actividades que realizamos quienes pertenecemos a los distintos eslabones de la cadena del libro sean ratificadas como tales de manera permanente por todos los niveles de gobierno.
Las librerías, la parte más visible de esta cadena, son esenciales y deben permanecer siempre abiertas. Que puedan operar y sobrevivir TODAS es de vital importancia para la sociedad en su conjunto.
Firmada por:
AMEXICCOR, AMME, ANFEP, ANIDIGRAF, Asociación Nacional del Libro, CANAGRAF, CANIEM, Club de Editores, Unión UILMAC, Asociación de Librerías de México, LEI, AEMI y RELI