Por Luís Pellices, suplemento NEGOCIOS de EL PAÍS
Los smartphones, las tabletas y otros dispositivos móviles han hecho que la impresora desaparezca de las estanterías o mesas de trabajo de muchos hogares. Ese cambio ha supuesto un desafío para grandes corporaciones como la multinacional japonesa. Epson, que ha optado por dar un giro en dos direcciones para poder seguir creciendo y no perder fuelle frente a sus competidoras. El primero pasa por concentrarse en el segmento de las empresas y la industria, que es cinco veces mayor que el doméstico. Para ello, su mayor apuesta es PaperLab, una impresora que destruye papel y que con ese material triturado crea nuevas hojas de uso inmediato. El segundo pasa por diversificar su negocio hacia otras tecnologías, como los robots, los proyectores o las gafas inteligentes.
“Es cierto que el mercado de la gente que imprime en casa no está creciendo. Y por eso nos estamos focalizando en el que quienes imprimen grandes cantidades de papel”, explicó el presidente mundial de Epson, Minori Usui, durante la presentación de PaperLab en la feria CeBIT de Hannover, a la que fue invitado este periódico. Ese motivo hace que la empresa esté concentrada en el cambio de tendencia que ya se está produciendo. “Tenemos una fuerte presencia en los hogares, pero vamos a ver cómo crecen las ventas en las áreas de la industria y los negocios, que tienen un gran potencial para la compañía”, sostiene Usui.
Ingresos a la baja
Los ingresos de Epson en el año fiscal2016-2017 (el año fiscal de la firma termina el 31 de marzo) cayeron un 6.19%, algo que la empresa atribuye sobre todo al tipo de cambio. La multinacional señala que, si se elimina ese efecto, la empresa estaría en crecimiento. Según los últimos datos de la consultora IDC, las ventas de impresoras por parte de Epson crecieron un 1.1 en el último trimestre del año pasado, por encima del 0.6% del conjunto del mercado y manteniéndose en el podio de los periféricos de impresión en el ámbito global junto a HP y Canon. La gran apuesta de la compañía es PaperLab, una tecnología capaz de reciclar papel usado dentro de la oficina mediante un proceso en seco, de modo que después de triturar el papel, la máquina es capaz de producir hojas nuevas de varios tamaños, grosores y tipos. Eso, según Usui, permite resolver dos de los grandes desafíos de las corporaciones: uno, la preocupación por la seguridad, y dos, la reducción del consumo de energía y papel. “las ventajas de PaperLab son que puede destruir información confidencial y, sobre todo, su contribución con el medio ambiente”, explica Usui. La impresora, que ha empezado a usarse en Japón, llegará a Europa en el p0rimer semestre de 2018, según anuncia el presidente de la compañía en Hannover.