Con una devaluación que ronda ya el 25% del peso ante el dólar, la industria de las Artes Gráficas se angustia ante el aumento de costo de insumos, equipos y maquinaria, fenómeno que obligará a subir los precios de los servicios de impresión, aunado al miedo de que el tipo de cambio no se estabilice.
Lo que le ha sucedido a nuestra moneda es por causas muy distintas a las del pasado. Esta vez la devaluación obedece a la fortaleza del dólar, no sólo ante el peso sino en relación con todas las monedas del mundo.
En octubre del año pasado Estados Unidos dio una vuelta de 180 grados a sus finanzas públicas. De un déficit fiscal de 10 por ciento en 2009, lo redujo a 2.5 por ciento. Eliminó los programas de estímulos y esto causó el fortalecimiento de su moneda. Además, la Reserva Federal anunció que las tazas de interés en ese país empezarían a subir para evitar la inflación. Cuando Estados Unidos sube sus tazas de interés, hace su moneda más atractiva ante los inversionistas mundiales quienes sacan sus capitales de los países emergentes como México, para invertir en Estados Unidos.
El peso se deterioró al bajar el precio del petróleo, lo cual vulneró nuestras finanzas, ya que una tercera parte de los ingresos gubernamentales provienen del petróleo y su disminución afectó el gasto programado para este año y se tuvieron que hacer importantes recortes presupuestales.
En esta devaluación México no es responsable, nuestras autoridades financieras han enfrentado el problema en forma satisfactoria. Las reservas del Banco de México suman más de 190 millones de dólares, superior al saldo que los extranjeros tienen de bonos mexicanos de unos 140 mil millones de dólares. Además se cuenta con una línea de crédito en el Fondo Monetario Internacional de 70 mil millones de dólares. La Secretaría de Hacienda ha mantenido el cuidado de que las finanzas públicas se mantengan sanas.
El peso seguirá volátil y presionado hasta que la Federación de Estados Unidos anuncie su alza de tasas; y el Banco de México, además de las subastas de dólares cuenta con la herramienta de restringir la liquidez subiendo la tasa de interés interna; y esto ayudaría a frenar la especulación excesiva sobre nuestra moneda.
Los analistas expertos en finanzas estiman que estamos bien preparados para enfrentar lo que viene, con la esperanza que el peso mejore su cotización frente al dólar en el mediano plazo cuando amaine la especulación.
Este artículo es una síntesis de una colaboración de Manuel Somoza titulada “La devaluación del dólar” publicada en el periódico MILENIO y adaptada para los lectores de EL IMPRESOR Internacional.