El Gobierno mexicano rescató del colapso financiero al “Ateneo Español”, la emblemática institución cultural fundada por exiliados como León Felipe, Luis Buñuel o Rodolfo Halfter.
La ayuda procederá inicialmente de la Secretaría de Educación Pública y vendrá acompañada de una autoridad mexicana en el patronato de la entidad. “Vamos a garantizar que esta gran casa siga adelante”, afirmó el director de Asuntos Internacionales de Conaculta, José Luis Martínez Hernández.
Ideado por el poeta León Felipe en julio de 1940 y formalmente constituido en 1949, el Ateneo evitó en sus albores el ensimismamiento y, bajo el régimen de “tribuna libre y puerta abierta”, supo congregar a los más granado de la intelectualidad mexicana. Figuras como Alfonso Reyes, Daniel Cosío Villegas y Octavio Paz participaron en su intensa vida cultural y le dieron un empuje que ha llegado hasta nuestros días. Su biblioteca, de 21,500 ejemplares, es un centro de referencia mundial para el estudio de éxodo republicano. Y en sus salas, las conferencias y presentaciones son constantes.
Ante su hundimiento financiero por falta de ayudas oficiales y el ocaso de socios, el Ateneo vive al borde del abismo. Carmen Tagüeña, presidenta del Ateneo Español, lanzo una petición de ayuda. Pensadores y artistas mexicanos respondieron al unísono exigiendo públicamente una intervención inmediata de las autoridades. “México tiene que apoyar a esta institución benemérita”, declaró el historiador Enrique Krauze. “La influencia del exilio republicano fue inmensa, del cine de Luis Buñuel a la arquitectura de Luis Candela, pasando por la poesía de Luis Cernuda”, afirmó el escritor Juan Villoro.
La historia se repite. En hora crítica, el exilio español ha vuelto a encontrar en México su salvación.