Las ferias del libro son los espacios más propicios para conocer novedades editoriales, hacer negocios relacionados con el mundo editorial y, en estos tiempos, conocer avances en tecnologías digitales orientadas a la producción, lectura y organización de libros y otras fuentes de información. Las ferias del libro son eminentemente comerciales, pero están muy cerca de la educación y la cultura, dos derechos consagrados en la declaración universal de los derechos humanos.
Así, encontramos que algunas ferias del libro se inclinan más a promover la lectura y dar a conocer a autores, pensadores y personajes de la cultura de sus países, por ejemplo, la feria del libro de Bogotá, inaugurada en 1936, una de las más importantes del mundo de habla hispana; la de Guadalajara, México, es una feria que se ha construido una reputación importante en el mundo, también concurren personalidades que dan conferencias, se organizan presentaciones de libros, charlas y se ofrecen talleres y actividades diversas que involucran al público y los autores.
Una de las ferias más antiguas y al mismo tiempo la más importante en el mundo editorial es la de Frankfurt, con 500 años de antigüedad. De los cinco días que dura, sólo dos son para el público en general. Es de importancia mundial porque en ella se negocia, más que difundirse la cultura en un sentido más social de este concepto. A la de Frankfurt llegan representantes de cien países y miles de agentes editoriales que van a hacer negocios, a regatear derechos, regalías, a abrir acuerdos o cerrar tratos. En fin, es, desde su origen, un espacio para hacer negocios en torno al libro y, diríamos hoy, sus derivados. Hay que recordar que Alemania tiene una de las industrias editoriales más activas del mundo, pese a no usar una lengua tan hablada en el mundo como el francés o el español.
Entre las ferias del libro más importantes y concurridas en nuestro país, está la ya mencionada de Guadalajara, que se realiza en la primera semana de diciembre, la Feria Internacional del libro del Palacio de Minería, en la ciudad de México y la Feria Internacional del libro Infantil y Juvenil, que se lleva a cabo en la misma ciudad. A diferencia de la de Frankfurt, tenemos ferias en las que principalmente se promueven libros y autores para hacer lectores, pues nuestra industria editorial no es tan activa como las europeas.