¿Sabías que cuando diseñas un empaque los colores que utilizas tienen una influencia directa en la experiencia del producto y en el mensaje que se quiere transmitir?
Un buen empaque tiene como objetivo conectar con el consumidor en menos de 8 segundos, el tiempo que algunos estudios calculan que dura el proceso de decisión de compra en el estante y decidirá si un producto acaba o no dentro del carrito de la compra. Conscientes de ello, las marcas aplican en sus envases diferentes armas de seducción con este propósito, cuyo fin último pasa por activar resortes sensoriales para evocar las sensaciones adecuadas que estimulen la compra.
El color es multisensorial
La psicología de los colores es bastante compleja. Pueden significar cosas diferentes dependiendo de la cultura, la situación y la industria. Como los sentidos están integrados, la percepción del color de un objeto, como por ejemplo en un envase, estos influyen en las características de los restantes sentidos. A su vez, el color condiciona nuestra memoria sobre dicho objeto de una manera particular influyendo en su categorización.
Los tres favoritos
Tradicionalmente se señalan el azul, el verde y el rojo como los tres colores favoritos: este hecho podría evidenciar ciertas asociaciones implícitas inconscientes comunes a todos los humanos y ligadas a nuestro pasado como primates:
El azul claro es percibido como confiable, calmado y seguro.
Se cree que esto podría estar relacionado con la percepción durante millones de años del cielo azul, libre de peligros.
El verde connota salud, frescura y serenidad.
Una creencia proveniente de que el follaje y las ramas de los árboles ofrecen protección y alimento, es decir, salud. El entorno natural (y su color básico asociado, el verde) nos relaja y nos hace sentir bien.
El rojo activa la glándula pituitaria, incrementando el ritmo cardíaco y acelerando la respiración.
Es el único color que provoca una reacción fisiológica medible. Esta respuesta visceral hace que el rojo sea agresivo, energético, provocativo y captador de atención.
¿Qué hay con los otros colores?
La sensibilidad integral del ojo a los colores del espectro aumenta lentamente del rojo al amarillo y luego disminuye lentamente del amarillo al violeta. Así, el amarillo es percibido como el color más brillante, no por su intensidad sino porque provoca una mayor respuesta óptica en el ojo. Otro color que se percibe rápidamente es el blanco. Por eso, se utiliza mayoritariamente en los productos relacionados con la salud.
Negro: Denota la ausencia de luz y culturalmente se asocia a misterio, oscuridad, muerte o mal. Sin embargo, en empaques transmite elegancia, exclusividad, fuerza y lujo.
Blanco: Simboliza la paz, simplicidad y pureza. Es un color neutro y atemporal también ligado a la elegancia y estilo.
Amarillo: Viveza, alegría, felicidad, optimismo, frescor. Puro magnetismo.
Violeta: Singularidad, lujo, poder, modernidad, confianza.
Rosa: Tradicionalmente se asocia a lo femenino. Sugiere delicadeza, dulzura, inocencia y romanticismo.
Datos tomados de Infopack