En poco tiempo, el impresor francés Pixcolor ha invertido en dos máquinas de impresión rollo a rollo swissQprint y ha dicho adiós a la impresión por sublimación. ¿Las razones? “Eficacia, variedad de soportes y rentabilidad”, explica la empresa. En menos de dos meses, la empresa adquirió dos impresoras rollo a rollo de swissQprint.
A principios de octubre del año pasado, la compañía Pixcolor puso en marcha su primera impresora Nyala y tan solo un mes después, comenzó a producir trabajos con su segunda impresora rollo a rollo Karibu de swissQprint. “Ya imprimíamos en una amplia gama de materiales flexibles con la Nyala pero con la Karibu dimos un paso gigante en calidad, eficiencia y fiabilidad”, comentó Frédéric Toupenay, director general de Pixcolor.
Pixcolor imprime metros y metros de pancartas y láminas autoadhesivas, así como papel, rollos de imán decorativo y otros materiales. “Nunca hemos usado una máquina que funcione tan bien como la Karibu, y hemos tenido unas cuantas impresoras”, dice Toupenay. “Con la Karibu, los soportes no se deforman nunca, y la definición y la calidad de impresión general son asombrosas”.
Las tintas UV de swissQprint, desarrolladas especialmente para la Karibu, son muy flexibles, así que la tinta no se agrieta al tensar los materiales en los marcos. Frédéric Toupenay destaca la posibilidad de plegar los materiales sin problemas: “Imprimimos tejidos que tenemos que doblar para transportarlos y que luego montamos en las instalaciones del cliente”. Por supuesto, después no queda ninguna marca visible.
Toupenay resalta también la estabilidad de los colores: “La uniformidad cromática es excelente, desde el primero hasta el último metro impreso. Con muchas otras tecnologías, eso no siempre se consigue”. Asimismo, Toupenay valora que la tinta esté homologada por GreenGuard Gold, ya que les abre las puertas a nuevos segmentos de mercado.
La impresora Karibu también incorpora una mesa de luz integrada cerca del área de impresión, lo que permite al operario producir las aplicaciones retroiluminadas sin interrupción e intervenir de inmediato si procede. “Si hace falta algún cambio, podemos actuar enseguida, sin malgastar tiempo o material”, apunta Toupenay. La máquina también tiene un kit lona mesh que Pixcolor emplea para imprimir soportes que dejen pasar la tinta o trabajos de impresión a sangre. Gracias al kit, la máquina queda siempre limpia, lo que por otra parte supone un gran ahorro de tiempo.
La Karibu es extraordinariamente eficiente desde el punto de vista energético. “En comparación con la impresora de sublimación que teníamos, el ahorro en electricidad es enorme”. Además, la Karibu apenas produce mermas. Gracias sobre todo al curado en frío con lámparas LED, el material no se encoge y, en el caso de trabajos formados por varias piezas, los soportes luego encajan perfectamente. “Ahorramos mucho en material y las reclamaciones ya son cosa del pasado”.