Se debería crear un Premio Nacional de Diseño
Desde que el alemán Walter Gropius, arquitecto, diseñador, urbanista, 1883/1969, fundó la escuela de diseño Staatliche Bauhaus en 1919, que fomentaba en sus alumnos el uso de materiales innovadores para el desarrollo de construcciones, muebles, logotipos y diversos objetos, con el objetivo de que combinaran funcionalidad y estética, el diseñador debe pensar como un filósofo, trabajar como un científico y dibujar como un artista.
El diseñador es tan importante en la industria como un investigador; un elemento estratégico de la sociedad industrial.
El diseño influye de forma importante en lo que la sociedad consume, ya que transmite, en el caso del empaque, el contenido.
En México no existe un Premio Nacional de Diseño, como en España, que en este 2017 lo ganó Manuel Estrada: “Por su capacidad para conectar eficazmente la cultura con el tejido empresarial, su reconocimiento internacional y su compromiso con la promoción del diseño y la formación de las nuevas generaciones”.
La flamante Secretaría de la Cultura debe tomar la iniciativa para crear un concurso nacional de diseño cada año, y así, reconocer esta profesión que tanto contribuye en la economía industrial de nuestra sociedad.
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