En todo tipo de productos, las cualidades, calidades y funcionalidades para la sublimación son diferentes. Cada fabricante establece parámetros de elaboración que según sus diseñadores y pruebas de laboratorio determinan los resultados óptimos finales bajo sus criterios. Por supuesto, los mismos varían, y calan en diferentes gustos dentro del público consumidor. Sin embargo, el uso, experiencia y opinión de la mayoría establecen estándares comunes de preferencia entre una o varias marcas sobre las demás.
Los insumos y equipos para sublimar o de sublimación no escapan a esta ley. Las marcas abundan y luchan por posicionarse y mantenerse dentro del segmento de mercado que les interesa. Claro está, esta dinámica permite encontrar todo tipo de calidades y precios.
Lo que debe tenerse en cuenta siempre, es que no vale la pena sacrificar calidad a cambio de economía que al final, resulta más costoso, pero con el agravante del perjuicio al cliente, la pérdida del mismo dentro de nuestra cartera, y lo que es peor aún, ganarnos una mala reputación como empresa, cosa que es irreparable.
Si piensas incursionar en el mundo de la sublimación o ya estás dentro del medio y te sientes optimista por la baja inversión inicial, lo relativamente fácil del trabajo y las atractivas ganancias que puedas estar generando, ten muy presente lo que aquí está escrito. Veamos estos 3 puntos vitales:
Tintas:
son de especial atención porque una tinta de sublimación de baja calidad no solo puede causarte pérdida de material, sino tambien de equipos y tiempo. Un taponamiento de los cabezales de impresión es una experiencia que no desearías vivir.
Papel:
sobre este tema se ha hablado mucho y se han sacado más “conclusiones” que el número de conversaciones al respecto. La sustitución del papel premium por otro de menor calidad e incluso por papel bond normal, o CAD (empleado para la impresión de planos) es una mala idea. Muy mala. El papel en la sublimación juega un rol fundamental ya que es el “transportador” de la tinta desde la impresora hasta su destino final que es la superficie del blank. Aparte de transportarla, es su contenedor, y como todo sabemos si un contenedor es áspero o demasiado absorbente, mucho material quedará allí desperdiciado y si es muy “liso” el contenido no se fijará el tiempo que pueda ser necesario y saldrá del rápidamente. Hablando de la tinta y con esta analogía, el veredicto es concluyente: no uses papel diferente al de sublimación ni uno de mala calidad. Usa siempre papel para sublimar
PLANCHAS DE CALOR:
por supuesto que las planchas normales que se utilizan en casa generan calor y muchos temerarios las han usado en trabajos de sublimación e incluso se atreven a recomendar hacerlo, pero solo una cosa es segura con esta práctica: desastre. Si vas a sublimar hazlo en serio y adquiere los equipos profesionales necesarios.