Cuando escribes o imprimes sobre un papel estás creando un paisaje microscópico que recuerda a un macizo montañoso. La imagen que ves sobre estas líneas ha sido obtenida por un equipo de científicos finlandeses, quienes han aplicado varias técnicas de imagen en 3D para conocer con todo detalle la topografía de la tinta sobre una superficie.
La distribución de la tinta está determinada por cambios locales en la dureza del papel
En el mapa obtenido las áreas de color azul representan las capas más finas de tinta y las amarillas las más gruesas, lo que configura un paisaje irregular cuyo conocimiento podría tener aplicaciones prácticas. Entre los datos observados, el equipo de Markko Myllys, de la Universidad de Jyvaslakyla, ha determinado que la capa de tinta típica tiene un grosor de 2,5 micras, lo que supone una proporción de 1/40 respecto al grosor del papel y que la distribución de la disolución está determinada por cambios locales en la dureza del papel más que por la composición química, ya que las zonas más protuberantes del material son las que menos tinta reciben.
Los autores del trabajo, publicado en la revista Journal of Applied Physics, han usado tecnologías basadas en láser y rayos X consideran que el conocimiento de estas variaciones topográficas podría ayudar a la industria de la impresión a diseñar técnicas más baratas y eficientes y menos agresivas con el medio ambiente. “Creemos que esto proporciona una nueva perspectiva, especialmente sobre cómo la topografía del papel impacta en la consolidación de la tinta”, asegura Myllys. Los autores también apuntan a que este tipo de visualizaciones podría aplicarse a otros materiales como paneles solares o materiales para fabricar microchips.
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