Del 17 al 19 de enero tuvo lugar la octava edición de la DBW, Digital Book World, por sus siglas en inglés, en Nueva York. Este ciclo de conferencias está conformado por las personalidades más importantes relacionadas al mundo editorial digital; presidentes, editores, publicistas, firmas, agentes, editoriales, diarios electrónicos, librerías y autores.
La DBW es un espacio de descubrimiento, información, análisis, intercambio, investigación y conexión, pues asisten más de 200 compañías involucradas con el libro electrónico, de las cuales hay mucho que aprender. A lo largo del evento, comparten sus habilidades y conocimientos para impactar y evolucionar en el panorama de la industria, así como capitalizar las oportunidades de este campo.
Este año, las conferencias giraron en torno a 4 ejes: el desarrollo y adquisiciones editoriales, producción y distribución, marketing y ventas, y análisis y reportajes. El programa de conferencias DBW 2017 incluyó ponencias como “Nuevos modelos de publicación para editoriales tradicionales”, “¿Qué sigue después de los audiolibros?”, “Marketing por influencia para libros y autores”, entre muchas otras.
Se contó con la presencia de ponentes de renombre internacional como John Sargent, CEO de Macmillan; Bill Burnet, director ejecutivo del Programa de diseño de la Universidad de Stanford; Chris Bailey, autor de The productivity Project, entre otros.
Entre los temas abordados se encontró el panorama del comercio digital del libro, el papel de las redes sociales como plataforma de publicidad y marketing y estrategias exitosas de ventas como la oferta de libros en paquetes.
Sin duda, el mundo editorial, como muchas otras industrias, se encuentra en un proceso de transición en el que confluyen nuevas herramientas y enfoques, así como un panorama que brinda un gran potencial para el año 2017. Los lectores alrededor del mundo buscan nuevos medios y formatos para adquirir y leer libros.
Es indispensable para las editoriales y la red de valor del libro estar presentes en estos canales, mantenerse en la punta de lanza que lleva el cambio e involucrarse en la dinámica digital del mercado. Llevar a cabo el desarrollo de nuevas áreas dentro de la empresa no es siempre viable, pues existen costos y conocimientos muy específicos que sin duda es difícil de obtener.
Sumado a esto, el mundo digital se mueve a una velocidad increíblemente rápida y las actualizaciones de formatos y nuevos modelos de negocio son una constante. Por ello, apoyarse en las herramientas ya existentes en las diferentes áreas de la industria editorial es básico, acercarse a empresas cuya área de experiencia sea justamente la que requerimos para dar el salto al mundo digital es una ruta rápida que, además, minimiza riesgos.
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